El club de fútbol brasileño Bahía dijo que al menos tres de sus jugadores resultaron heridos por un explosivo casero que detonó dentro del autobús del equipo el jueves camino a un partido.
Bahía dijo en Twitter que el arquero Danilo Fernandes está en un hospital debido a los vidrios rotos en su rostro. El club también confirmó que el lateral izquierdo Matheus Bahia y el delantero Marcelo Cirino están lesionados.
Bahía publicó fotos de asientos de autobús cubiertos de sangre y otra que mostraba un gran agujero en una de las ventanas.
Danilo Fernandes está bem, mas passará a noite no hospital. O goleiro teve múltiplos ferimentos na face, no pescoço e nos limbs lowers, que precisionsaram ser suturados, e ficará em observação pra complement exams and avaliação of ophthalmologista, pois há corte perto do olho. https://t.co/VuJn3pRYto
— Esporte Clube Bahía (@ECBahia) 25 de febrero de 2022
El equipo estaba listo para jugar contra Sampaio Correia en un partido más tarde el jueves por la Copa do Nordeste, un campeonato regional en el noreste de Brasil.
La policía está investigando el incidente, que tuvo lugar en Salvador, ciudad natal de Bahía. Los informes de los medios locales dicen que los fanáticos de Bahía están entre los sospechosos, en lo que parecía ser un intento de intimidar a los jugadores para obtener mejores resultados. Ningún sospechoso ha sido arrestado en relación con el caso.
Bahía fue relegado a la segunda división de Brasil el año pasado y ganó solo uno de sus últimos seis partidos.
Un automóvil que estaba al lado del autobús del equipo también tuvo una de sus ventanas destruidas por la explosión.
Um carro que transitava ao lado do ônibus tricolor, na altura do último viaduto da Av. Bonocô, conduzido por uma mulher, também acabou atingido. pic.twitter.com/fbAMlT1AaJ
— Esporte Clube Bahía (@ECBahia) 24 de febrero de 2022
El entrenador de Bahía, Guto Ferreira, dijo a los medios que el equipo decidió jugar el partido “por su dignidad y su profesionalismo”.
“Esto es estúpido, la gente cree que tales movimientos intimidarán a un atleta, haciéndolo rendir”, dijo Ferreira. “Siempre es el entrenador el que es malo, el jugador es malo. Así no se resuelven los problemas”.