La administración Biden busca asegurar a las instituciones financieras y otras empresas que las sanciones estadounidenses contra los talibanes no pretenden interferir con el comercio que podría ayudar a Afganistán a salir de una crisis económica y humanitaria.
Altos funcionarios de la administración dijeron a los periodistas el viernes que el Departamento del Tesoro planeaba emitir una llamada licencia general que ampliaría la autorización para transacciones comerciales y financieras en Afganistán con la esperanza de ayudar a los afganos pero no a los talibanes.
Los funcionarios, que hablaron con los periodistas bajo condición de anonimato para discutir la licencia antes de su lanzamiento, dijeron que la acción tiene como objetivo reiniciar parte de la actividad comercial que se cerró después de la caída del gobierno respaldado por Estados Unidos ante los talibanes en agosto.
Es la última de una serie de acciones de la administración destinadas a aliviar el empeoramiento de la crisis humanitaria en Afganistán, donde los grupos de ayuda estiman que casi 24 millones de personas, más de la mitad del país, enfrentan hambre severa y casi 9 millones están al borde de la inanición. .
Las condiciones en Afganistán eran sombrías para muchos incluso antes de que los talibanes tomaran el poder, con una sequía prolongada y una pobreza arraigada. Pero la situación ha cobrado más peso porque el gobierno dependió de la ayuda exterior para el 75 por ciento de su presupuesto.
Los funcionarios de la administración admiten que la licencia del Tesoro tendrá solo un efecto limitado en las empresas que se resisten a hacer negocios en Afganistán, independientemente de las sanciones.
El gobierno de Biden anunció a principios de este año más de 300 millones de dólares estadounidenses en ayuda humanitaria y está trabajando con el Banco Mundial y otras organizaciones para proporcionar ayuda adicional del dinero que se había reservado previamente para el desarrollo.
El Tesoro también emitió licencias generales para dejar en claro que la asistencia humanitaria no entraría en conflicto con las sanciones.
También reservó USD 3500 millones de fondos del gobierno afgano congelados en EE. UU. después de la toma del poder por parte de los talibanes para ayudar a la economía del país de una manera que, según las autoridades, aún no se ha determinado. Una opción es usar el dinero para recapitalizar el banco central del país si puede funcionar independientemente de los talibanes.
El resto de los fondos congelados están retenidos en espera de reclamos legales de familiares de personas muertas en los ataques del 11 de septiembre de 2001 que han ganado juicios contra los talibanes.