El Real Betis venció al Valencia 5-4 en los penaltis para ganar la Copa del Rey después de que el adolescente Yunus Musah falló el único penalti en la tanda que terminó temprano el domingo.
El centrocampista estadounidense, que entraba como suplente, mandó alto el balón por encima de la portería de Claudio Bravo para alegría de la afición verdiblanca. Fue el tercer título de Copa del Rey del Betis, poniendo fin a una espera de 17 años por un título importante para el equipo con sede en Sevilla.
“Esto es lo que queríamos, volver a ganar la Copa del Rey”, dijo el capitán del Betis, Joaquín Sánchez, de 40 años, quien convirtió en la tanda y recibió el trofeo de manos del rey Felipe VI de España.
“Esto es gracias al trabajo no solo de este año. Hemos ido creciendo poco a poco y estamos haciendo una gran temporada”.
El favorito de los fanáticos del Betis luego realizó algunos barridos con un capote de torero como parte de las celebraciones en el campo para la sección verde de 53,000 espectadores que llenaron las gradas del Estadio La Cartuja de Sevilla.
La final ofreció una contienda palpitante dominada por períodos por ambos lados.
El Betis de Manuel Pellegrini abrió el marcador en el minuto 11 con un cabezazo de Borja Iglesias, que lideró su ataque toda la noche. Sergio Canales y Juanmi Jiménez pegaron al poste, y el Valencia necesitó del portero Giorgi Mamardashvili para negar a Nabil Fekir e Iglesias en los instantes finales del tiempo reglamentario.
El Valencia se apoyó en sus contraataques, que produjeron el empate en el 30 cuando Hugo Duro picó el balón por encima de Bravo en el descanso tras una jugada de Ilaix Moriba.
Se mantuvo 1-1 al final del tiempo reglamentario y durante los 30 minutos de la prórroga, cuando las posibilidades de gol se agotaron a medida que los jugadores se desgastaban visiblemente.
Mamardashvili, portero de Georgia que se incorporó al Valencia en el mercado de fichajes de enero, no pudo evitar los penales de Willian José, Joaquín, Andrés Guardado, Cristián Tello y Juan Miranda, suplente que se alzó con el título con el número 5.
Valencia esperaba aumentar su colección de ocho copas. Carlos Soler, Uros Racic, Goncalo Guedes y José Gayà convirtieron cuatro de los cinco penales de su equipo.
“El fútbol es esto, unas veces maravilloso, otras veces cruel”, dijo Gayà, capitán del Valencia, mientras lloraba abiertamente.
“Esto duele mucho. Lo dimos todo y tuvimos nuestras oportunidades. Esto es muy difícil porque creíamos que podíamos ganar”.